INE: QUE SE CALLE ANDRES

La reacción del presidente Andrés Manuel López Obrador a la resolución de la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral, derivada de la queja de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, en la que le ordena que se abstenga de hacer manifestaciones sobre temas electorales, era previsible.

Expresó su desagrado y rechazo a lo que, erróneamente, consideró un acto que vulnera su derecho a la libertad de expresión. Luego, arguyendo que aun no le notificaban las medidas cautelares que le impusieron, que incluyeron que se eliminen de los archivos de la Mañanera todas sus expresiones contra la aspirante opositora a la candidatura a la Presidencia de la República, volvió a arremeter contra ella.

El INE consideró que los dichos de López Obrador, son contrarios a los principios constitucionales que tutelan los valores básicos, fundamentales, de las elecciones libres. El presidente se dijo lastimado en su libertad a expresar sus ideas, derecho que, como cualquiera, tiene garantizado constitucionalmente pero que, en su caso como servidor público, tiene acotado por la obligación que tiene de no usar el poder publico para influir en las elecciones.

Es indudable que todas sus descalificaciones contra la oposición, dentro y fuera de los partidos políticos, tienen un propósito político, una clara intención de menoscabar las de por si limitadas posibilidades que sus adversarios tienen para disputarle a su partido la elección presidencial.

El fenómeno mediático, político y social en que se convirtió la senadora Gálvez Ruiz, que sacudió no solo el proceso interno para la selección del Responsable de la Construcción del Frente Amplio por México, sino también el de Morena, hizo que López Obrador, redireccionara e individualizara sus embates cotidianos desde la Mañanera.

Por más que no le guste, López Obrador ha sido considerado responsable de violentar los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad en la contienda.

El INE determinó que sus declaraciones podrían incidir en el ánimo de los electores en el Proceso Electoral Federal que está próximo a iniciar. Lo vinculó para que “bajo cualquier modalidad o formato” se abstenga de realizar manifestaciones, emitir comentarios, opiniones, o señalamientos sobre temas electorales, ya sea de forma positiva o negativa, cuidando que su actuar se ajuste a esos principios constitucionales. Qué cumpla con sus obligaciones legales, así de simple.

La resolución también ordenó que se supriman de los archivos de audio, audiovisuales y/o versiones estenográficas de las conferencias matutinas realizadas los días 3, 4, 5, 7 y 11 de este mes de julio, todas sus manifestaciones contra la senadora panista.

El presidente López Obrador tiene razón en decir que lo quieren callar. Es cierto pero porque tiene que cumplir con su deber de no hacer. Tiene que acatar las restricciones que le mandata la constitución.

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